lunes, 31 de diciembre de 2012

¡Feliz 2013!

Otro año más llega a su fin. Buenos y malos momentos. Momentos que no cambiarían: ni los buenos ni los malos, ni las ilusiones ni las desilusiones, ni los triunfos ni los sueños rotos, ni las risas ni los llantos. Porque fue un año donde aprendí que solo hay que proponérselo, que cuando se cae hay que levantarse, que si uno no lo intenta nunca lo conseguirá, que de cada error siempre se saca un aprendizaje, que todo es posible y que si uno persigue su destino, conseguirá alcanzarlo.
Quedaron sueños por cumplir, viajes por realizar y triunfos por celebrar. Pero para ellos y los que tienen que venir queda el 2013, a la espera de que se puedan cumplir y sustituirse por recuerdos.
Fue un año donde aprendí  que hay que comenzar enfrentándose a tus propios miedos, que con constancia y esfuerzo todo se consigue y que siendo optimista la vida te sonríe. 
Comencé el año en Ourense, en un aula y enfrente de 30 adolescentes, viajé por Galicia en busca de emprendedores que nos contarían sus historias para ilusionarnos y termino el año en Barcelona, creciendo profesionalmente y con una nueva aventura por vivir. 

Espero ansiosa el 2013 para poder seguir celebrando y cumpliendo sueños. Queda mucho por hacer para conseguir que lo imposible sea posible, 365 días para buscarme, encontrarme y sobre todo, para vivir. 
Pero mientras tanto, mientras trabajo para cumplir esos sueños, esta noche solo será para levantar el vaso y brindar por el nuevo año ¡Feliz años!

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