Quedaron sueños por cumplir, viajes por realizar y triunfos por celebrar. Pero para ellos y los que tienen que venir queda el 2013, a la espera de que se puedan cumplir y sustituirse por recuerdos.
Fue un año donde aprendí que hay que comenzar enfrentándose a tus propios miedos, que con constancia y esfuerzo todo se consigue y que siendo optimista la vida te sonríe.
Comencé el año en Ourense, en un aula y enfrente de 30 adolescentes, viajé por Galicia en busca de emprendedores que nos contarían sus historias para ilusionarnos y termino el año en Barcelona, creciendo profesionalmente y con una nueva aventura por vivir.
Espero ansiosa el 2013 para poder seguir celebrando y cumpliendo sueños. Queda mucho por hacer para conseguir que lo imposible sea posible, 365 días para buscarme, encontrarme y sobre todo, para vivir.
Pero mientras tanto, mientras trabajo para cumplir esos sueños, esta noche solo será para levantar el vaso y brindar por el nuevo año ¡Feliz años!